La llegada al aeropuerto de Miami puede ser intimidante para quienes llegamos con planes de quedarnos por un tiempo determinado o indefinido. Tantas emociones nos vuelven muy sensibles a una mirada adusta del oficial de turno.
Al ver mi pasaporte el oficial cerró los ojos y dijo: “OH no, ¡una estudiante!” y frunciendo el ceño revisó mis documentos.
Recuerdo que viajé en primera clase, gracias a un vuelo sobre-vendido. Volé cómodamente sin tener que pelearme por la frazada. “Qué buen augurio”, pensé.
El oficial sacó una lupa para examinar mi pasaporte. “¿Algún problema?” dije mientras una luz roja se prendía por encima de nuestras cabezas. Fui conducida a un cuarto lleno de gente que esperaba con cara de angustia. El buen augurio acabo rápido.
Finalmente escuché mi nombre: “Bienvenida a los Estados Unidos”, dijo otro Oficial entregándome mi pasaporte. Salí rápidamente, confundida por esta experiencia.
Ahora entiendo lo que pasó. La ley migratoria de Estados Unidos presume que toda persona que llega es un inmigrante, es decir, viene a quedarse salvo prueba en contrario. No importa cuál visa tenga, el oficial puede seguir interrogándonos sobre nuestros planes de estadía y debe determinar si caemos en alguno de los supuestos (económicos, salud, o seguridad) que nos prohíban la admisión. Esta es la llamada Primera Inspección.
A criterio del oficial, el viajero será llevado a una Segunda Inspección si necesita más información o examinar documentos. Aparentemente, el oficial vio algo raro y solicitó la segunda inspección de mi pasaporte. Al estar todo en regla fui admitida sin problema.
Si en alguna entrada al país es llevado a una Segunda Inspección, no se ponga nervioso. Responda las preguntas, entregue los documentos solicitados y nunca dé información inexacta.
No importa si llega en primera o en clase económica, lo importante es lo que ocurre luego, con trabajo y empeño, empezando desde cero.
¡mucho cuidado!
Cuídese de los notarios, consultores en inmigración o cualquier persona no calificada y preparada en estos temas. Siempre busque la asesoría y los servicios de un abogado de inmigración para sus procesos y trámites migratorios.