La violencia física o emocional de un cónyuge hacia el otro puede originar grandes trastornos y traumas en la vida de la víctima. Y si la víctima es un inmigrante que depende del cónyuge abusivo para lograr su residencia, estamos añadiendo un elemento de tensión para la victima y de poder para el victimario.
La Ley de protección para las victimas de abusos llamada Violence Against Women Act (VAWA), aunque su nombre no lo indique, es también extensiva para los varones que son victimas de abuso. Debido a esta ley, existe la posibilidad que una persona victima de abuso físico o emocional por parte de su cónyuge Ciudadano o Residente de los Estados Unidos, pueda solicitar la residencia sin necesidad que el cónyuge abusivo participe del proceso, bajo ciertas circunstancias y alcanzando pruebas que sustenten este abuso.
En estos casos no sólo se debe probar el abuso con documentos que den fe de los hechos, sino que deberá también documentarse que el matrimonio fue iniciado con el objetivo de realizar una vida en común y de buena fe, como cualquier otro matrimonio. Consulte con un abogado sobre el tipo de pruebas que se deben presentar como evidencia del abuso.
Si la víctima y el abusador ya se han divorciado, y el divorcio fue a consecuencia del abuso físico o emocional, la petición podrá presentarse dentro de los dos años siguientes al divorcio. El divorcio luego de haber presentado una petición de este tipo no denegará automáticamente la petición, o revocará una petición ya aprobada. Sin embargo, el volverse a casar antes de obtener la residencia si originará una negación o revocatoria.
Si está leyendo esto y se siente en peligro o es víctima de violencia física o emocional, busque ayuda. Llame a la Línea Nacional de Protección contra la violencia doméstica 1-800-799-7233, disponible las 24 horas del día, siete días a la semana, gratis en todos los Estados Unidos. La atención es en inglés o en español, con acceso a traductores en 139 idiomas.
Si usted está atravesando una situación parecida por miedo a una agresión física o daño emocional hacia usted o sus hijos, no tiene que exponerse a ello. Existen maneras de lograr la residencia sin tener que depender de quien lo está agrediendo. Nadie tiene por qué vivir con miedo de ningún tipo.
¡Mucho Cuidado!
Cuídese de los notarios, consultores en inmigración o cualquier persona no calificada y preparada en estos temas. Siempre busque la asesoría y los servicios de un abogado de inmigración para sus procesos y trámites migratorios.